Hola a todos:
Expongo a continuación algunas sensaciones que compartimos tras la última clase sin incidir en las actividades concretas que preparamos.
¿Qué se hizo? Como ya ha resaltado algún otro compañero, el primer día que
David nos explicó esta actividad me mostré extrañado, sin encontrar el
suficiente sentido. Al poner todas nuestras ideas en práctica me di cuenta de
la multiplicidad de matices a los que no habíamos atendido. Reconozco que, en
mi caso, no asumí la tarea como un escenario real donde me introdujera, sino
con la equivocada mentalidad de estar en el Máster junto a compañeros que
buscan un mismo objetivo.
¿Cómo se hizo? He dicho equivocada mentalidad, aunque añado
"felizmente" equivocada, porque esto nos permitió ver precisamente
muchas de esas carencias a las que hacía mención. Aunque nuestra organización como
grupo llamó la atención por caótica en algunos momentos, pienso que también fue
libre. En principio, no es el ambiente deseado en un aula con adolescentes, sin
embargo, fue lo que nos hizo ver las reacciones de cada uno y las soluciones a
los problemas colectivos que se iban planteando. Algunos con éxito y otros con pequeños
conflictos.
¿Por qué se hizo así? Repito que, ante todo, fuimos libres para enseñar y
para aprender, lo cual nos proporcionó tranquilidad y un buen clima para
expresarnos, movernos e interactuar. Ninguno se posicionó ajeno o indiferente a
lo que allí acontecía, mantuvimos nuestros sentidos receptivos, que a mi parecer
es lo más importante. Precisamente, si hay algo que no resulta sencillo en un
aula es crear ese clima y originar el interés necesario por el contenido que se
planifica.
Los dos grupos teníamos
un planteamiento inicial que, a priori, resultaba eficaz, pero no incluimos la
posibilidad de albergar un alumno rebelde en clase, otro que hiciera una
pregunta incómoda para la que no teníamos respuesta, ni otros que comentaran
todo lo que explicábamos. Situaciones típicas a las que se enfrenta cada día un
profesor y que aún no tenemos interiorizadas más allá de los textos que se nos
van proporcionando en el Máster.
Por tanto, nos resulta interesante seguir en el camino de la
experimentación. Estamos descubriéndonos y descubriendo...
Un saludo,
Carlos Sánchez.
Por cierto, como actividad que no dominamos propusimos anudar una corbata. Para ello contamos con un tutorial de Youtube y salió una alumna de forma voluntaria. El objetivo era comprobar si sería posible una formación individual, a través de las tecnologías, sin la intervención de un profesor. El resultado fue que la alumna no consiguió hacerse el nudo y solicitaba la ayuda de los propios compañeros. Estamos convencidos de que lo habría logrado tras visionarlo varias veces, pero también nos dimos cuenta de que la calidez humana, la voz y el apoyo de un docente nos parece a día de hoy fundamental para el progreso en el aprendizaje.
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