Hola a tod@s! antes que nada me gustaría sincerarme y
aportar que no sé a dónde me lleva la asignatura… que no veo claro unos
objetivos que conseguir o unas pautas que seguir, no obstante, quizás esto sea
una de las mejores cosas que me ofrece la asignatura, dado que a cada actividad
y cada paso reflexiono y redescubro cosas de mí misma y crezco especialmente
como persona. En mi caso, algo que me ha sorprendido mucho es que durante esta
actividad me he visto en varias situaciones y desde distintas perspectivas
(estudiante, profesora, incluso podría decir que me he llegado a ver como una
desconocida ajena al grupo…). No obstante, estoy de acuerdo con Laura en todo
lo anteriormente expuesto, aunque añadiré otros aspectos personales a continuación.
En cuanto al ¿qué se
hizo?, Laura lo ha descrito de forma bastante completa; sin embargo, dentro
de este apartado me surgen dudas a la hora de responder a ¿a qué llamamos clase? Lo que estábamos haciendo era realmente clase
o no lo era… Yo he sentido que ya estábamos condicionados a una serie de
factores que quizás es lo que esperamos en un futuro o quizás es lo que nos
gustaría que ocurriese, con ello me refiero a que en cuanto salían los “profesores”
a explicar el contenido a enseñar, ya los “alumnos” nos sentábamos,
escuchábamos y tratábamos de prestar atención. ¿es esto una conducta real, o quizás
sea lo que en cierto modo queremos que ocurra? Además, las interacciones entre
ambos grupos fueron dinámicas, alternando de un aspecto a otro; no había una
forma exacta en la disposición de la clase, algunos se encontraban sentados en
mesas, estábamos en forma de U cuando teníamos que mirar a la pizarra y en círculo
cuando la actividad se desarrollaba con videos o juegos. Y, a pesar de todos
estos aspectos, también es importante destacar las disrupciones a las que Laura
ha hecho referencia. Sí que me gustaría compartir desde mi experiencia, que fue
una situación incómoda y difícil de manejar. Como una de las dos principales
personas involucradas en este conflicto, me gustaría aportar que, en ese
momento, no sabía si era alumna, profesora, o compañera. Me justifiqué a mí
misma tal comportamiento, porque ya había tenido roces con dicha persona y quizás
estaba más predispuesta; porque las constantes interrupciones dentro del grupo,
sin poder avanzar, por comentarios que escuchaba dentro del grupo, además se
nos iba el tiempo… todo ello, más el ultimo ejercicio --que tratando de
facilitar el trabajo me ofrecí voluntaria y hubo un pequeño ataque personal--
me llevó a actuar por impulso, de manera precipitada, sin pensar en ese momento
en el resto de compañeros… Aprovecho la
oportunidad, para pedir disculpas por tal comportamiento a todos mis compañeros,
no tanto por el contenido sino por las formas; pero el motivo comentar esta situación,
no es sólo por una disculpa; sino como una experiencia que ha surgido ante la
cual no hemos sabido reaccionar planteando una solución eficaz al problema.
Creo, tal y como expresa Laura, que aprender a “solventar una situación de conflicto es una de
las enseñanzas más útiles de las que quizá sacamos de esta sesión experimental”.
En cuanto al ¿cómo se
hizo?, la secuenciación de enseñar los distintos aspectos estaba clara y
ordenada, lo cual nos permitió, quizás, un mejor seguimiento de las
actividades. Esa secuencia nos pareció la más acertada para favorecer el dinamismo,
y me atrevería a decir que incluso nos ha venido mejor a la hora de sacar
alguna conclusión, porque hemos podido comparar y contrastar la forma de
enseñar los aspectos académicos, luego los no académicos y por último los no
dominados. Al menos, a mí personalmente, me ha servido para saber qué cosas
positivas me llevo de cada forma de enseñanza, o ver que en algunas ocasiones aplicaría
algo más parecido a una de ellas. Sí que me he fijado que sí existen
alternativas para lo desarrollado, pero lo he podido ver al finalizar la
sesión; es decir, que he podido comprender las posibles alternativas una vez
llevado a cabo todo el proceso. Esto también me hace reflexionar sobre cómo desarrollar
una mejor capacidad de análisis de situaciones antes-durante-al final del
proceso, y no solo al final.
Y quizás ahora viene el apartado que más me conflictúa, ¡el por qué se hizo así! El por qué es
algo que en casi todas las situaciones, actividades, acciones, hechos me cuesta
identificar, analizar y desarrollar. Creo
que también es importante identificar expectativas, sensaciones, asunciones en
cuanto a los tres distintos aspectos. Pues no es igual las expectativas a la
hora de desarrollar un aspecto académico, que no académico o que no se domine;
es decir, desde el punto de vista de alumna, me esperaría que los tres aspectos
me enseñen algo útil; sin embargo, (aunque no sea lo más acertado) desde el
punto de vista de profesora, mis expectativas enseñando algo académico creo que
se verían influidas por mi exigencia y responsabilidad profesional a la hora de
cumplir con unos objetivos ya fijados; enseñando un aspecto no académico quizás
me sentiría más relajada, lo haría con más dinamismo; y a la hora de enseñar
algo que no domine… la pura verdad es que no lo enseñaría porque no tengo ni
idea de cómo hacerlo; no obstante, tras debatirlo con mis compañeros del primer
grupo (cuando estábamos llegando a un acuerdo sobre cada aspecto) se nos
ocurrió la idea de que utilizando información de internet es posible enseñar
algo aunque no sepamos cómo, quizás aquí mis expectativas serían menores, y con
que los alumnos pudiesen saber algo del tema pues me conformaría. Lo más
curioso es que cuando el otro grupo nos expuso su contenido que no dominaba lo
hizo a través del uso de internet (en este caso un video de YouTube). Esto me
ha impresionado porque coincide con nuestras opiniones. No obstante, de todo
ello también puedo reflexionar sobre el porqué de esta variación de
expectativas, ¿acaso como docentes no hemos de enseñar por placer, teniendo
unas expectativas más o menos semejantes en todos los casos, ante toda la diversificación
de alumnado, situaciones, actividades, métodos…, o es que nos debemos de regir
por creencias o aspectos ya fijados sobre cómo se aprende y como se enseña? No tengo respuesta que pueda aportar en esta
reflexión, tanto a esta pregunta planteada como a tantas otras que me surgen de
leer vuestros comentarios, de las experiencias en clase, y en general podría
decir de la conexión que se genera entre las distintas asignaturas del master, comprendiéndolas
poco a poco y entrelazándolas, pero en muchas ocasiones sintiéndome sin un
rumbo fijado, quizás eso es lo que me desconcierta, pero me siento bien porque voy
explorando ámbitos que desconocía.
Para finalizar, me gustaría añadir que, concretamente esta
actividad, me ha ayudado a situarme desde distintas perspectivas y me ha enseñado
muchas cosas de mi misma: como alumna quizás destacaría la alta participación
en las actividades, y como profesora la falta de planificación, organización y
puesta común con mis otros compañeros antes de la realización de la actividad. Además,
me ha hecho reflexionar sobre las distintas formas de presentar un contenido,
sobre cómo ponerme de acuerdo y trabajar con mis compañeros docentes, y sobre todo
plantearme la resolución de conflictos en el aula. No obstante, no puedo
concluir con una respuesta mucho más concreta sobre mi identidad docente, pues
creo que es un proceso largo y algo complejo que apenas acaba de empezar a
desarrollarse; y aunque todas las actividades me están aportando una vivencias
y experiencias muy ricas en feedback tanto positivo como negativo, que se
contrastan y comparan con experiencias anteriores, y que me ayudan a
reconstruir nuevas visiones; todavía me siento incapaz de identificar, definir
o explicar con palabras todo lo que está ocurriendo en dicho proceso.
PD: He intentado escribir dentro del comentario de Laura para que fuese más cohesionada la lectura, pero debido a los caracteres no he podido.
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