Esta entrada viene inspirada por un comentario de uno/a de mis profesores/as...
Hablando de la auto-evaluación en clase, cuestionó el sentido de hacerla porque en muchas ocasiones las personas la contestan con una valoración que dista mucho de la realidad. Esto se hace, en su opinión, por saber que hay un profesor que la va a leer y además la va a calificar...por tanto me juego mi nota, es decir, estoy pensando en mi calificación por encima de otras cosas.
Y yo ahora me pregunto ¿qué es lo que de verdad me interesa cuando me evalúo?
El lunes estuvimos tratando este tema en clase. En mi opinión, si entre tus valores está la honestidad, hagas público o no tu sentimiento, al finalizar una auto-evaluación serás capaz de saber si efectivamente has aprendido algo de los contenidos de la asignatura (o de cualquier cosa por la que te estés evaluando) o, por el contrario, no has aprendido nada. Simplemente a esta conclusión tienes que llegar, otra cosa es lo que hagas luego .
Puede que esta información no te importe, puede que pienses que te van a suspender por ello o aprobar, o puede que pienses ¿qué me falta por aprender?, ¿cómo puedo mejorar y "ponerme al día"?.
En mi caso la auto-evaluación sirvió para esto último, comprobé cuanto había aprendido y cuánto no, y encima lo que no sabía me resultaba interesante y me ocupé de buscarlo y mínimo releerlo (muy por encima lo reconozco, pero sí lo hice).
En definitiva, y en mi opinión, la auto-evaluación sí tiene sentido, más allá de las decisiones que se tomen después. Lo importante es conocer cuantó interés has mostrado, por qué no has llegado a todo, o cuánto has aprendido.
Nada más, espero no haberos aburrido....=)
Buenas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que la autoevaluación es una herramienta útil en el proceso de aprendizaje. Especialmente porque evaluarnos a nosotros mismos es una habilidad que debemos trabajar, pues es esencial para el desarrollo individual y la mejora de nuestro aprendizaje.
Ahora bien, también comprendo en cierto modo que este tipo de actividades durante el transcurso de una asignatura pueda suscitar suspicacia a la hora de valorar su utilidad. No depende tanto de la naturaleza del ejercicio, sino de la interpretación que de él damos los estudiantes. Estamos tan acostumbrados a un tipo de evaluación externa e inquisitorial en el sistema educativo que comprendo que una parte importante del alumnado tome esta actividad como algo que va a repercutir en su calificación final de la asignatura. En este caso, que como digo me parece bastante probable, el objetivo principal del test se pervierte en gran parte y, por tanto, dejaría de responder a lo que se espera de él.
De cualquier modo, si es útil para un grupo de personas, merece la pena hacerlo.
Un saludo.
Estoy de acuerdo contigo, Marina. El objetivo de la autoevaluación se pervierte si la motivación del alumno es precisamente conseguir que su realización se vea reflejada en la calificación. Pero si se le dice que no será así, sino que el único beneficio que pueda obtener de la misma será lo que el propio alumno sea capaz de extraer o deducir del test en cuanto a una mejor comprensión de sí mismo o su aprendizaje, tal vez sería más efectivo.
EliminarMe pregunto entonces si el alumno estaría lo suficientemente motivado a sabiendas de que no le reportaría nada de cara a la calificación de la asigntura; aunque a algunos no nos guste, la educación tal y como está enfocada ahora mismo, motiva al alumno por los resultados y no tanto por la obtención de unas compentencias y habilidades.
Si fuéramos capaces de introducir esta práctica desde los primeros años de la educación formal, tal vez con el tiempo los alumnos habrían asimilado naturalmente esta práctica, que a mí por otra parte tan beneficiosa me parece.
¿Y qué decir de las co-evaluaciones? se me vienen a la mente a consecuencia de este tema...
Por mi experiencia, en nuestra área (las artes plásticas), ambas son sumamente beneficiosas. En las asignaturas de nuestra especialidad estamos llevando a cabo esta metodología en la que primeramente, tras realizar el ejercicio propuesto por el profesor, el alumno se auto-evalúa. A continuación, el resto de los compañeros procede a evaluar (en cuanto a unos criterios que a priori se han establecido comunmente para evaluar la técnica, los resultados conseguidos, etc.) el trabajo.
Se elabora pues un diálogo interesante entre todos en los que muchas veces surgen detalles, discursos y descubrimientos (plásticos, sobre todo) que no hubieran sido posibles de otra forma y que son igualmente beneficiosos y enriquecedores para cada uno de los miembros del grupo.
Para mí ha sido una experiencia muy positiva que creo es aplicable a otras materias.
Hola!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con vosotras en que la autoevaluación es un buen método para que el alumno se conozca a sí mismo, que ha aprendido, darse cuenta de lo que necesita mejorar y/ o cambiar de cara a un futuro para no cometer fallos de ningún tipo.¿ Pero verdaderamente un alumno se siente motivado para realizar dicha actividad?
La autoevaluación es la estrategia por excelencia para educar en la responsabilidad y para aprender a valorar, criticar y a reflexionar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje individual realizado por el discente (Calatayud, 2002; 1999). Principalmente de entre los beneficios que presenta la realización de una auténtica autoevaluación, destacan los siguientes:
a) Es uno de los medios para que el alumno conozca y tome conciencia de cual es su progreso individual en el proceso de enseñanza y aprendizaje;
b) Ayuda a los discentes a responsabilizarse de sus actividades, a la vez que desarrollan la capacidad de autogobierno;
c)Es un factor básico de motivación y refuerzo del aprendizaje;
d)Es una estrategia que permite al docente conocer cuál es la valoración que éstos hacen del aprendizaje, de los contenidos que en el aula se trabajan, de la metodología utilizada, etc.
e)Es una actividad de aprendizaje que ayuda a reflexionar individualmente sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado;
f)Es una estrategia que puede sustituir a otras formas de evaluación. Para atender a la diversidad es necesario utilizar diferentes instrumentos evaluativos para tratar de valorar la progresión de las capacidades de cada alumno. La autoevaluación puede ser una estrategia más en ese proceso de valoración.
g)Es una actividad que ayuda a profundizar en un mayor autoconocimiento y comprensión del proceso realizado
h)Es una estrategia que posibilita la autonomia y autodirección del alumno.
Este aspecto es clave ya que el alumno tiene la posibilidad de demostrar cuanto a aprendido y de lo que es capaz de rectificar y poner en cuestión ciertas dudas o aspectos que no le han quedado del todo claros.
Para finalizar decir que en estos tiempos en los que tanto se habla de calidad en la educación no debemos perder de vista que, en una sociedad democrática y plural una enseñanza de calidad debe ser sinónima de atender a los diferentes ritmos de estudio y de aprendizaje de los alumnos.¿Pero verdaderamente se está consiguiendo?
Espero que os haya gustado mi aportación
un saludo
De acuerdo contigo Cristina; creo que has resaltado muy bien los beneficios de la auto-evaluación cuando se hace de manera honesta y comprometido con uno mismo y su proceso de aprendizaje.
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