lunes, 7 de diciembre de 2015

Reflexión acerca de la música y la identidad personal



Uno de los motivos por los que se escucha música es la identidad personal con el deseo de aprender acerca del mundo. La música que escuchamos, ya sea música clásica, pop o rock, expresa algo sobre nosotros mismos, nos define.

La música nos permite descubrir quiénes somos y dónde pertenecemos. Con el tipo de música que escuchamos podemos proyectar una imagen de nosotros mismos.
A través del ejercicio grupal que realizamos en clase, pudimos confirmar que la música que elegíamos escuchar cuando éramos más jóvenes nos ayudaba a buscar nuestra identidad, de alguna manera, nos sentíamos identificados con lo que el ritmo o la letra de la misma nos transmitía. Comprobamos que durante esa etapa, concretamente a esas edades, los temas más comunes se relacionaban con la amistad, el amor/desamor, rebeldía, las experiencias en general. También, algunas cerraban incluso etapas dentro de lo que estábamos viviendo en ese momento, por ejemplo: una compañera recordaba que durante el último curso del ciclo de la ESO eligió junto con otros compañeros de clase una canción para crear un video recopilando fotos de su grupo; ella asociaba esta canción al cierre de una etapa, de un ciclo concretamente que era 4º de la ESO.

Cuando pusimos en común nuestros comentarios en grupo, hallamos que a través de la música se podían dar diferentes tendencias generales. Algunos grupos identificaban que las letras de las canciones que escuchaban durante la etapa de adolescencia estaban relacionadas con un comportamiento antisocial, con el deseo de alcanzar un criterio propio, la necesidad de experimentar y descubrir quiénes somos o mejor dicho, quiénes éramos en ese momento.

De entre muchas de las canciones, fueron destacadas:
Estopa – Fuente de energía


En esta canción el protagonista se dedica a la vida bohemia, se va se borrachera, y le da igual exactamente todo, no pudiendo vivir sin salir una noche de fiesta, de copas.. Todo esto en realidad esta acabando con su vida pero estos vicios (drogas, alcohol, etc), son su "fuente de energia".  

A veces, recapitulando las canciones que escuchábamos en la adolescencia, nos podemos preguntar: ¿Acaso estas canciones afectaron en mi madurez y crecimiento como persona adulta?. Ni el tabaco, ni el alcohol, ni mucho menos las drogas pueden ser la fuente de energía de nadie, ya que no nos aportan nada, sino más bien nos destruyen. Nos podríamos haber sentido “en cierto modo” identificados con esta canción durante nuestra adolescencia debido a una rebeldía social, y afán por escapar del mundo real, refugiándonos en un mundo “ideal” que desgraciadamente no era realmente la salida a los problemas, sino era más bien un oscuro túnel que no tenía escapatoria.  

También aparecieron canciones como:  Canteca de Macao- Nunca es tarde/ Pignoise-Te entiendo/ Pereza-Princesas.

Cabe comentar una canción titulada Oasis del grupo coreano Provice. Esta canción la escuchó una de nuestras compañeras durante su momento más difícil viviendo en un país extranjero, luchando por un futuro mejor, con un afán por formarse como una mejor persona y encontrar su total identidad e ideología. Todos sabemos que los desiertos son lugares muy calurosos por el día y muy fríos por la noche, aunque su mayor característica es que son lugares donde no hay agua, algo imprescindible para el ser humano. Dentro de ese lugar tan asolado y duro, el oasis es un refugio para todo aquél que tiene sed. Del mismo modo, todos nosotros necesitamos encontrar ese oasis y calmar nuestra sed de sabiduría, felicidad, amor, etc. Esta canción habla precisamente de eso, convirtiéndose en una canción que no sólo le marco una simple etapa de su vida, si no que sigue siendo una de sus canciones favoritas.


(Reflexión realizada en conjunto: María Jesús Gómez, Ángela Nieva y Cristina Bahón) 

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